
Ya sabes que las prisas no son buenas a la hora de emprender, pero tampoco es conveniente que te demores demasiado en la preparación del proyecto. Si quieres llegar al mercado lo antes posible, y hacerlo con posibilidades de alcanzar el éxito, debes tener claro el concepto de producto mínimo viable.
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Qué es el producto mínimo viable y sus características
El MVP o producto mínimo viable es el prototipo del producto (o servicio) que quieres lanzar al mercado. Podríamos decir que es algo así como una versión beta que nos proporcionará información sobre si lo que queremos ofrecer es realmente necesario o no en el mercado. ¿Estarán los consumidores dispuestos a pagar por ese producto o servicio que nosotros deseamos venderles?
Entre sus características hay que destacar que, a pesar de no estar muy depurado, debe ser un producto con las características mínimas para servir a la finalidad a la que está destinado. Quizá no tan bueno como para gustar a todo aquel que podría ser cliente potencial, pero sí para un conjunto de clientes con unas características comunes y a los que denominamos early adopters.
Para entender qué es un MVP también debemos tener en cuenta que es una base sobre la que vamos a empezar a trabajar, así que tiene que ir evolucionando con el paso del tiempo para adaptarse bien a lo que realmente quiere el mercado.
Para qué sirve y por qué es necesario determinarlo
Por muchos estudios de mercado que hagamos, nunca vamos a poder saber a ciencia cierta si un producto o servicio tendrá un nivel de demanda en el mercado que sea suficiente como para que nosotros obtengamos rentabilidad con él.
A veces, la investigación debe pasar de la fase puramente teórica a la práctica, mediante la creación de un producto mínimo viable. Para lo que sirve fundamentalmente es para que los emprendedores puedan aprender sobre lo que quieren sus clientes.
Es importante determinarlo para medir de forma cualitativa y cuantitativa cuál es la respuesta del mercado frente a un producto o servicio.
Desarrollar un prototipo o la versión beta de un servicio es mucho más barato que diseñar un producto o servicio al completo, y también más rápido. De modo que el MVP nos sirve para mostrar a los clientes el embrión de un producto o servicio y saber si merece o no la pena invertir en su desarrollo.
Para saber mejor qué es un producto mínimo viable, un ejemplo que seguro que conoces es el vídeo con el que Dropbox dio a conocer su servicio.
Tipos de producto mínimo viable
MVP de Conserje
Se usa principalmente en el desarrollo de nuevos servicios. La idea es ayudar de forma manual o presencial a los usuarios para saber si estos necesitan o no lo que se les quiere ofrecer.
Por ejemplo, un emprendedor que esté interesado en un negocio de personal shopper, puede empezar ofreciendo unos servicios básicos directamente y ver cómo responde la clientela. Si funciona, con el tiempo puede ir añadiendo nuevos servicios, creando una app para reserva de citas, etc.
MVP de Mago de Oz
Se ofrece al mercado algo que parece totalmente funcional cuando, en realidad, no es así. Se suele aplicar en algunas soluciones de software. Antes de que el sistema se automatice, hay un equipo humano trabajando para dar respuesta a las necesidades del cliente. Este, sin embargo, no sabe que el software no está del todo desarrollado.
MVP de página de destino
Consiste en crear una web con una descripción completa del producto o servicio y un botón que permite a los usuarios interactuar (comprar, suscribirse a la lista de correo, etc.). Es una manera sencilla de obtener información sobre si un producto o servicio interesa realmente.
Cómo debemos determinar el producto mínimo viable
Identificar las necesidades del mercado
El primer paso es saber si el mercado está preparado para ese producto o servicio que quieres lanzar. Piensa en qué problema soluciona y las razones que llevarían a alguien a comprarlo o contratarlo. Analiza también a la competencia.
Perfilar al cliente ideal
Para crear un producto mínimo debes conocer las necesidades de tu clientela, y eso implica explorar sus hábitos de consumo y sus preferencias.
Diseño del MVP
Con los datos que has obtenido en las investigaciones anteriores, deberías tener material suficiente para diseñar un producto mínimo viable. Céntrate en las características que son básicas e imprescindibles en el mismo. Con el tiempo puedes ir añadiendo otras características como las que serían convenientes.
Monitorización
Una vez que el producto está en el mercado hay que obtener feedback o retroalimentación. ¿Está gustando? ¿Es verdaderamente útil? ¿Qué cambios les gustarían a los clientes?
La mejor forma de obtener esta información es a través de encuestas directas a los consumidores. Si los datos son positivos, puedes seguir depurando el producto o servicio. Si no lo son, deberías plantearte hacer cambios en tu idea.
El producto mínimo viable es una de las herramientas más útiles que puedes usar como emprendedor. Una forma sencilla de saber si de verdad hay espacio en el mercado para eso que tú deseas ofrecer.
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